JULIE: Hola, mi nombre es Julie Namond y soy maestra de tercer grado. El año lectivo comenzó hace unas semanas y hay un estudiante en mi clase llamado Lucas que me preocupa. Esto es lo que he observado. Lucas a menudo parece cansado o frustrado en clase, y pareciera que no presta atención. Hoy tuvo la cabeza gacha la mayor parte de la lección de arte del lenguaje y por momentos sacudía la cabeza o suspiraba.
Lucas no parece disfrutar las asignaciones grupales. Si bien pudo elegir a un compañero para un proyecto reciente, estaba muy callado mientras trabajaban en su póster y casi no dijo nada durante toda la presentación.
Lucas faltó varias veces en lo que va del año. La semana pasada faltó tres días. Cuando regresó, tenía una nota de su mamá y el médico, en la que decían que no se sentía bien.
La familia de Lucas sufrió un pequeño incendio en su casa en el verano y está viviendo con la abuela de Lucas mientras reconstruyen la casa. Hablé con Lucas un par de veces para preguntarle cómo estaba, pero generalmente solo se encoje de hombros y dice que está cansado. Nunca quiso hablar sobre el incendio.
Sé que los niños son niños y a veces se cansan y están irritables, pero... Lucas me preocupa. Hablaré con él de nuevo hoy. Mis objetivos para esta conversación son ganar la confianza de Lucas y hacerle saber que estoy para ayudarlo, plantear lo que observé y averiguar más sobre lo que sucede.
JACKIE: Nuevamente, primero escuchemos una interacción que no resultó muy provechosa. Por momentos, yo comentaré con observaciones y consejos, y habrá momentos en los que escuchará lo que piensa Lucas.