SR. HAMPTON: Hola, soy Bill Hampton, maestro de quinto grado. El año lectivo comenzó hace unas semanas y me preocupa una estudiante de mi clase llamada Mia.
Esto es lo que he observado. Mia no parece tener muchos amigos en la clase y a menudo tiene desacuerdos y discusiones con otros estudiantes. Una vez, otro estudiante que se llama Gordon hablaba sobre una película que Mia no había visto, y ella pareció enojarse y le dijo “estúpido”. Tuve que intervenir rápidamente para calmar la situación.
Mia a menudo discute conmigo en clase. A veces parece enojada; otras veces parece que lo hace por diversión. La semana pasada, gritó que no quería hacer la tarea que yo había asignado y luego otros estudiantes dijeron que tampoco querían hacerla. Intenté hablar con ella más tarde, pero aún estaba molesta y no dijo demasiado.
Una de las compañeras de Mia no encontraba su estuche de lápices nuevo y luego me dijo que vio que Mia lo guardaba en su mochila. Mia dijo que ella lo encontró en el piso afuera y no pensó que era de alguien. Cuando le pedí que lo devolviera, Mia lanzó el estuche a los pies de la otra estudiante. Hablé con Mia al respecto más tarde y ella dijo que la otra niña es “malcriada y recibe cosas nuevas todos los días”, así que “ni siquiera se merecía el estuche de lápices”.
A veces Mia no sigue las reglas referidas a las instalaciones de la escuela. Durante el recreo, hace unos días, la vi escribir en las paredes de la escuela con tiza, a pesar de que les dijimos a los estudiantes que eso no estaba permitido.
Hablé con Mia acerca de algunas de las cosas que había observado. Si bien ella no expresó mucho arrepentimiento por su comportamiento, sí expresó cierto resentimiento hacia sus hermanos mayores, quienes ahora la cuidan después de la escuela desde que sus padres se divorciaron.
Ninguno de los incidentes pareció lo suficientemente extremo como para justificar una llamada a su casa o una reunión con los padres, pero la suma de estas conductas y el hecho de que persisten desde el inicio del año lectivo, me preocuparon.
Hablé con la consejera escolar y el vicedirector para proponer ideas sobre cómo apoyar mejor a Mia. Ellos estuvieron de acuerdo en que sería beneficioso para ella hablar con el consejero en persona. Pero, primero, yo quería hablar con los padres de Mia personalmente para ponerlos al tanto. Me reuní con ellos en nuestra Noche de regreso a la escuela y me comuniqué brevemente por correo electrónico acerca de los anuncios y proyectos de la clase. Los llamé a ambos para encontrar un momento en que pudieran venir para hablar. El papá de Mia está de viaje, por lo que no estará disponible durante las próximas semanas, pero la mamá de Mia vendrá a hablar por la mañana antes de clases.
Los objetivos de esta conversación son los siguientes:
JACKIE: Primero, escuchemos una interacción que no resultó muy provechosa. Por momentos, yo comentaré con observaciones y consejos, y habrá momentos en los que escuchará lo que piensa la mamá de Mia, la Sra. Parker.