course name

EJEMPLO DE CONVERSACIÓN CON LUCAS N.° 2

JACKIE: Escuchemos de qué manera la conversación podría haber salido mejor desde el principio. Buen camino:

SRA. NAMOND: Oye, gracias por tomarte un ratito para hablar conmigo hoy.

LUCAS: ¿Estoy en problemas o algo así?

SRA. NAMOND: No, solo quería hablar contigo. No hablamos mucho en la clase y hay algunas cosas que me gustaría preguntarte para ver qué opinas.

LUCAS: Ah. Bueno... De todas formas no quería ir al recreo.

SRA. NAMOND: Te extrañamos la semana pasada cuando no estabas.

LUCAS: (no responde)

SRA. NAMOND: La nota de tu mamá decía que estabas enfermo. ¿Qué ocurrió?

LUCAS: A veces me siento cansado y no me siento bien del estómago. Es mejor si me quedo en casa, ¿sabe? No tengo que tomar el autobús... es más fácil.

SRA. NAMOND: Vi que parecías un poco frustrado hoy en clase. Tuviste la cabeza gacha la mayor parte de la lección de arte del lenguaje y suspirabas y movías la cabeza.

LUCAS: Sí. SRA. NAMOND: ¿Qué sucede?

LUCAS: Nate hablaba muy alto. No me gusta cuando se pone así. Me hace doler la cabeza.

SRA. NAMOND: A veces cuando hay tanto ruido en clase te duele la cabeza.

LUCAS: A veces, si no dormí mucho y estoy muy cansado, me hace doler la cabeza. Solo quiero que todos se calmen y relajen y que no griten tanto.

COMENTARIO DE JACKIE: Estuvo muy bien al expresar lo que cree que está diciendo el estudiante. Observe cómo lo motivó a seguir hablando. SRA. NAMOND: Te duele la cabeza porque estás cansado.

LUCAS: Sí... Mi mamá y mi papá se quedaron levantados hablando. De nuevo. Yo les digo “Oigan, ¿no ven que trato de dormir?”. Pero me dicen que me calme y que cuente ovejas o algo así. ¿Por qué la gente siempre dice eso?

SRA. NAMOND: ¿Dicen qué?

LUCAS: ¿Lo de contar ovejas? Nunca funciona.

COMENTARIO DE JACKIE: La Sra. Namond hizo un buen trabajo al reflejar lo que pensó que el estudiante estaba diciendo (“Te duele la cabeza porque estás cansado”). Observe cómo esto logró que la conversación avanzara.

SRA. NAMOND: ¿Con qué frecuencia tienes problemas para dormir?

LUCAS: (da un gran suspiro) Muchas veces.

SRA. NAMOND: ¿De verdad? LUCAS: Sí. Ahora que vivimos con la abuela. ¿Por qué los grandes siempre hablan tan alto?

SRA. NAMOND: (ríe) No lo sé.

LUCAS: Y siempre están hablando de cosas que no quiero escuchar, ¿sabe?

PENSAMIENTO DE LUCAS: (triste) No creo que alguna vez regresemos a nuestra antigua casa. Todo será horrible para siempre.

SRA. NAMOND: ¿De qué tipo de cosas hablan tus padres?

LUCAS: De cosas como... el seguro y eso.

SRA. NAMOND: ¿El seguro?

LUCAS: Sí, del incendio y dinero... y arreglar la casa... No sé por qué tienen que hablar de eso, no hace que la casa se arregle más rápido.

COMENTARIO DE JACKIE: Ahora Lucas realmente se está sincerando y podemos estar cerca para comprender su conducta.

SRA. NAMOND: La verdad, tú y yo nunca hablamos sobre el incendio. Sé que es algo muy difícil de vivir para ti y para tu familia.

LUCAS: Sí. Es muy difícil.

PENSAMIENTO DE LUCAS: Creo que es algo muy grave. A la mayoría de las personas probablemente nunca se les incendió la casa.

SRA. NAMOND: ¿Te parece bien si hablamos un poco sobre el incendio?

LUCAS: (no responde)

SRA. NAMOND: Lucas, entiendo que no quieras hablar sobre el incendio en este momento. ¿Te importaría si habláramos un poco de otras cosas; por ejemplo, sobre cómo estás ahora?

LUCAS: Sí, podemos hablar.

COMENTARIO DE JACKIE: La Sra. Namond está haciéndolo muy bien. Al abordar un tema posiblemente delicado, puede hacer que la otra persona se sienta más cómoda y en control de la situación si primero pide permiso. Ella y Lucas todavía no hablaron mucho y él aún no se siente del todo cómodo para sincerarse con ella. Puede intentar que la conversación avance y conectarlo con la ayuda, pero quizás él estaría más receptivo si antes dedicara más tiempo a hablar de su experiencia en el aula.

SRA. NAMOND: Suena muy difícil tener que mudarte a un nuevo lugar cuando no quieres... y a un espacio que no es tuyo y que no está de la manera que tú quieres, un lugar que no tiene todas tus cosas.

LUCAS: Lo sé. Antes tenía mi propia habitación y mi cama era muy cómoda, y tenía una Playstation. Ahora todas nuestras cosas están guardadas y vivimos tan lejos que mis amigos no pueden ir. ¡Todo es un desastre!

SRA. NAMOND: Esto es muy difícil de vivir. Valoro mucho que confíes en mí lo suficiente como para contarme cómo te sientes.

LUCAS: Bueno, usted es mi maestra desde hace un tiempo.

SRA. NAMOND: Te están pasando muchas cosas y a pesar de todo, estás aquí en la escuela, intentando estudiar y aprender, y que te vaya bien. Realmente admiro eso.

LUCAS: (asiente) Venir a la escuela es como mi trabajo, ¿verdad? Tengo que hacerlo.

SRA. NAMOND: Supongo que sí. Pero sé que estudias para los exámenes y eres muy bueno para hacer la tarea. Esas cosas son importantes.

SRA. NAMOND: Lucas, desearía tener una varita mágica y entonces la usaría y nada de esto hubiera sucedido.

LUCAS: Lo sé, yo también.

PENSAMIENTO DE LUCAS: Eres la maestra más buena que tuve. Si tuviera una varita mágica, haría que este recreo durara para siempre.

SRA. NAMOND: ¿Con quién puedes hablar de todo esto?

LUCAS: ¿Con usted?

SRA. NAMOND: Me halaga mucho que sientas que puedes hablar con migo y me encanta que hablemos cuando podamos. ¿Tienes a alguien más con quien puedas hablar?

LUCAS: La verdad que no.

SRA. NAMOND: ¿Cómo es cuando hablas con tu familia sobre lo difícil que esto es para ti?

LUCAS: No lo sé. Están ocupados. Y muy molestos. Quizás más molestos que yo.

SRA. NAMOND: Claro, seguro esto es estresante para todos.

LUCAS: (da un gran suspiro) Sí.

SRA. NAMOND: ¿Te gustaría que hiciéramos esto una vez por semana? ¿Podríamos almorzar juntos o sentarnos en el recreo?

LUCAS: ¿Podríamos comer golosinas?

SRA. NAMOND: (ríe; luego finge seriedad) Creo que podemos.

LUCAS: ¿Palomitas de maíz? SRA. NAMOND: ¡Trato hecho!

PENSAMIENTO DE LUCAS: Creo que haré un nuevo dibujo de la Sra. Namond y yo, comiendo palomitas y jugando videojuegos. Creo que le gustará. SRA.

NAMOND: ¿Conoces a la Sra. Jones, la consejera guía?

LUCAS: Sí.

SRA. NAMOND: Ella es una muy buena persona para hablar de vez en cuando. Sabe escuchar muy bien. ¿Qué te parecería si organizamos un momento especial para que la Sra. Jones y tú se vean?

LUCAS: Está bien.

SRA. NAMOND: De acuerdo, te diré si puedo organizarlo.

SRA. NAMOND: Bueno, gracias por hablar conmigo. Me gustó mucho, Lucas.

LUCAS: De nada.

SRA. NAMOND: El recreo casi termina. ¿Quieres quedarte dibujando hasta que termine?

LUCAS: Sí. Ya casi termino.

SRA. NAMOND: Muy bien.

JACKIE: Escuchemos lo que Lucas pensó de esta conversación.

LUCAS: Realmente le agrado a la Sra. Namond. Quiero decir, a ella le agradan todos sus estudiantes, pero creo que quizás soy uno de sus preferidos. Le gusta hablar y escuchar. Y... ¡es buena en eso! Cuando hablamos la primera vez, me hizo algunas preguntas. Pero no me importa. Me di cuenta de que ella realmente quería comprender. Por momentos era como si ella pudiera ver dentro de mi cabeza, como si supiera exactamente cómo me sentía. Estuvo muy bien.

Y dijo que creía que estaba muy bien que yo estudiara y entregara la tarea y todo, a pesar de que es difícil para mí estar en casa en este momento. Dijo que era importante que me preocupara por la escuela. Yo creo lo mismo.

La Sra. Namond y yo nos hemos reunido todas las semanas. ¡A veces hay palomitas! Hablamos de todo tipo de cosas... por ejemplo, sobre cómo está el arreglo de mi casa, cómo me siento con los niños de la escuela... le conté más sobre el incendio. También estoy hablando con la Sra. Jones sobre las mismas cosas. Ahora es más fácil pensar en eso.

Y mi mamá y mi papá estuvieron en la escuela. Supongo que también les gusta hablar con la Sra. Namond y la Sra. Jones. Mi mamá dijo que no se había dado cuenta de cuánto sueño tenía yo en la escuela y ahora ella y papá van a hablar a otra parte cuando tienen que hacerlo.

Así que todo está mejor. Creo que tengo mucha suerte de estar en la clase de la Sra. Namond este año.